¡Suelta el elefante!

 

Orlando, un chico de 27 años, alegre, sencillo y carismático; tenía un negocio que le obligaba a asistir  una vez al mes a cobrar en las oficinas donde yo laboraba.  Él había incursionado en el mundo del emprendimiento 10 años antes siendo aún adolescente;  desde muy joven comprendió el asunto de “hacer que el dinero trabaje para ti y no tú para el dinero” y ahora gozaba de cierta libertad financiera.

(Por cierto en mi bello Panamá, la  mayoría de la gente tiene cero cultura financiera, son víctimas del consumismo para lo cual se  endeudan y sobre endeudan; si lo sabré yo, que por más de 17 años  trabajé en áreas de préstamos. Es increíble ver cómo la gente empeña el salario. Todo lo deben, porque todo lo compran a crédito, hasta las cosas más simples. Inversión y ahorro son palabras desconocidas en esta cultura del despilfarro).

Regresando al tema mi amigo Orlando, a menudo me escuchaba quejarme por situaciones desagradables dentro mi entorno laboral;  un día se me acerca y me dice: “suelta el elefante”, llena de curiosidad le pregunto ¿qué me quieres decir? a lo que él me responde:

El elefante es un animal monumental ¿cierto?   Pero… ¿sabes por qué no se escapa de los circos?

Resulta que siendo un bebé es amarrado a una estaca, en ese momento el pequeño elefante hace innumerables esfuerzos por soltarse, pero todo es inútil, no tiene la fuerza para liberarse. Ya grande con toda la potencia que tiene un animal de ése tamaño, en su memoria continúan los recuerdos de intentos fallidos y simplemente no lo intenta más; en su mente está convencido de que no se puede soltar y se resigna a vivir atado a la estaca.

Así como ese elefante estás tú, con todo el potencial y las ganas de echar hacia adelante pero sin atreverte a romper las cadenas que te impiden ser libre.

Continúa diciendo: suelta el elefante, la plata está en la calle es sólo cuestión de buscarla, el camino quizás no sea fácil pero tampoco es imposible y al final hay gran satisfacción.         ¡Ya lo verás el día que atrevas!

Esas palabras me provocaron un shock, me hizo meditar en las cosas que anhelaba y el estilo de vida que deseaba, me hizo considerar que era posible y alcanzable. Aunque no tomé decisiones enseguida, sino que lo pensé mucho, obviamente dejar un empleo de muchos años y cambiar drásticamente de actividad no es algo fácil; pero cuando lo hice mi vida cambió radicalmente, no me arrepiento del paso que di.

Ignoro si Orlando lo leyó o fue a algún curso motivacional y lo aprendió,  tampoco sé cuáles sean las cosas que te atan;  pero hoy deseo compartir esta experiencia  contigo y espero que cause el mismo efecto que causó en mí.

 

 

 

 

 

 

2 respuestas a «¡Suelta el elefante!»

  1. Hola,

    Sé que eres especialista en finanzas, quiero iniciar un proyecto al respecto por favor sí me puedes dar consejos te lo agradeceré mucho.
    Te dejo mi correo electrónico para ponernos en contacto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *